domingo, 26 de junio de 2011

MAFALDA DE SABOYA

Su biografía nos narra la historia de una mujer de aspecto frágil pero de una fortaleza interna infinita rodeada de hombres de aspecto férreo pero de carácter débil y destructor por su obvia carencia de ingenio empático.
Premonitorio su fin en el Campo de Concentración de Buchenwald el 28 de Agosto de 1944, podemos afirmar que sí, cuando, desde su nacimiento, la envolvían mentecatos sin la más mínima coherencia política cuya finalidad era alimentar su ambición medrando en el escalafón ascendente de los órganos de poder que condenaron a Europa, al triste y vergonzoso episodio de la historia universal denominado La Segunda Guerra Mundial.
Mafalda, era hija de Víctor Manuel III de Saboya, un ridículo hombrecillo que vió en Mussolini, otro demagogo genocida, histriónico y con una gran opinión de sí mismo y de sus cualidades diplomáticas que devastaron Italia;  al protector de la Familia Real. No se les puede negar a ambos sujetos que no adolecieran de puerilidad aguda al confundir la realidad con sus juegos infantiles de soldaditos de plomo. Ese, “rey” y su mente lúcida no sé si al unísono o por separado, acordaron el matrimonio de Mafalda con el incongruente Felipe Hesse-Kassel, príncipe alemán y sobrino del ex Káiser Guillermo II de Alemania. Las contradicciones ideológicas caracterizaban a Felipe, se afilió a las SA Nazi con la pretensión de trasladar el modelo fascista alemán a Italia y paradójicamente ayudo a muchos judíos holandeses a escapar del asedio Nazi.
Mafalda manifestó pública y abiertamente su rechazo a la ideología fascista lo que provocó la cólera y la ira de Hitler convirtiendo la captura de la princesa en un asunto personal. Su marido, Felipe tampoco escapó de la venganza a pesar de comulgar con las ideas de Hitler y de su amistad con Göering, fue recluido en el campo de concentración de Flossenburg. Sus tres hijos fueron refugiados del Vaticano.
Bajo tretas deleznables, Mafalda fue conducida a Munich con el pretexto de reunirla con su esposo, en lugar de ello, la detuvieron en calidad de rehén y la trasladaron  al campo de concentración.
El 24 de Agosto de 1944 los aliados bombardearon el campo y Mafalda, muy deteriorada por las penurias y las carestías de alimentos, sufrió el impacto de metralla en su brazo izquierdo. Tardaron veinte y cuatro horas en operarla hasta recibir el permiso de Berlín. Se le denegó el suministro de antibióticos y se le dejó desangrarse en una habitación del burdel de las SS. Tenía 42 años. A la familia se le comunicó su fallecimiento una vez finalizada la guerra en 1945.
Actualmente la única figura respetada de la Dinastía de los Saboya por el imaginario colectivo italiano es Mafalda, a la cual se la honra con la emisión de un sello postal.

DEDICADO A MAMÁ CON AFECTO

1 comentario:

  1. Me parece que fuera como fuese la historia enrriquece,gracias por esta publicacion

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